martes, 23 de noviembre de 2010

Carry me over

Terminando con la trilogía de canciones de Avantasia ... os dejo una preciosa, merece la pena

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Presunción de inocencia

Y en el cansancio me relajo,
y soy más yo,
pequeñito,
pero más yo.

Porque estoy cansado ya
de este eterno baile de máscaras,
donde el único disfrazado
parezco ser yo.

Y esos arlequines,
malévolos y mediocres,
que intentan aturdirme,
con sus trucos y sus tretas,
sus cantos y encantos,
y esa enorme copa,
caliz de la amistad irrebosable...

Grandes los impuros
y falsos los trabajadores.

Finiquito mi esquela,
y ahora, si lo desean,
que sean ellos los que pregunten por mí.

"Si me necesitais,
resucitadme,
he muerto"

martes, 19 de octubre de 2010

¿Occisi sumus?

¿Estamos jodidos? Pues bien... esa es la única pregunta que pasa por mi cabeza en estos instantes... en los cuales faltan una hora y media para mi bautizo en una gran ciudad. Un monólogo de creación propia y que ha nacido para quedarse.... según se porte hoy.

Los nervios me invaden y mi cuerpo no se relaja. No puedo despegarme del guión.. aunque cada vez que lo miro no descubro nada nuevo... me sé todos los chistes... ¿o no?

¿Occisi sumus? Alea jacta est

viernes, 15 de octubre de 2010

Lost in Space

Another star
Has fallen without a sound
Another spark
Has burned out in the cold

Another door
To a barren standing open

And who is there
To tell me not to give and not to go

How could I know?, how could I know?
That I'll get lost in space to roam forever

How could I know?, how could I see?
Feeling like lost in space to roam forever

I'm crawling down
The doorway to the badlands
And kicking down

Are you heard: it's to the black
And all the damage
Fading in the rear view mirror
When the demons
Are calling me, their dragging me away

How could I know?, how could I know?
That I'll get lost in space to roam forever

How could I know?, how could I see?
Feeling like lost in space to roam forever

How could I know, how could I
How could I know, How could I know
That I'll get lost in space to roam for ever

How could I know, how could I see
Feeling like lost in space to roam forever

Forever...

No puede ser

Dos meses fuera... todo el verano entretenido... y de repente, una idea estúpida me viene a la cabeza. No... la desestimo... ¿o sí? No importa.

Subo a casa tras despejar mi cabeza. Y de repente. Esa estúpida idea se personifica. Increible. Increible pero cierto. Más viva y fuerte. Vehemente y tenaz. Me azota el miedo y la obligada indiferencia a la que me veo atado, presa viva, fingiendo.

Una mirada que esquivo. Monosílabos en lugar de palabras. Y yo... sólo en mi isla desierta, mientras las bacanales resuenan a lo lejos. Increible. Simple y llanamente.

Ahora no sé que pensar. La imposibilidad no lo era tanto. Qué hacer ahora que lo imposible es plausible. Qué pensar o decir. ¿Eliminar todo rastro del yugo de esa idea estúpida? ¿Esa idea que me persiguió durante tanto tiempo y que me hizo peor persona, al no estar completo?

Sí, es esa la idea... ¿pero cómo lo hago? ¿Cómo rompo el sello de la novena puerta?

jueves, 2 de septiembre de 2010

Miedo

Sí. Vienen los exámenes de Septiembre y yo estoy cagadito. Qué significa eso, os preguntaréis. Pues que necesito reirme. Y ahí os dejo esto...

jueves, 26 de agosto de 2010

Permítame un insulto

Qué mejor manera de volver a las andadas después de un intenso verano (como un café hirviendo si tuviera que poner un simil). Os dejo con un poema que me describe a la perfección, una manera de arrojar luz a mis oscuridades...

Autorretrato

Yo soy un yo que no soy.


Un trabalenguas afilado.

Una navaja suiza mordaz.

Un mentiroso redomado.

El más serio entre los serios,

de un humor bordado en mi piel,

tatuado en mi sangre,

pero corrosivo…


No soy ese que todos ven.

Bondadoso edulcorado.

Diligente sin fronteras.

Sencillo. Tenaz. Humilde…

Sincero en mis palabras,

falto de hipocresía…

Cómico sensato,

pensador infatigable…


No. Ese sólo lleva mis gafas.

Me da buena prensa,

me acredita como persona.


Vago. Aprovechado. Rezongón.

A veces, parco en mi franqueza.

Rudo. Sanguinario combatiente.

Mayéutico cobarde.

Apuñalador profesional.

Poeta de quiosco.

Cínico sin acritud.

Un viejo león orgulloso.

Un dédalo en el amor.


Arisco, celoso,

el mastín del hortelano.

Un viejo dogo inglés.

Rutinario y pendenciero.

Un charlatán almidonado.

Flemático vehemente.


Soy todo eso,

y lo que negué,

lo soy dos veces.


Capitán de afrentas injustas.

Guerrero de causas nobles.

Ético etílico,

falto de moral,

aunque algo kafkiana.

Detallista empedernido.


El gran señor de las pequeñas cosas…

lunes, 5 de julio de 2010

Your love is evil


Una canción preciosa...

jueves, 1 de julio de 2010

Insomnio

Quién me rescata de la soledad del insomnio. Quién lucha con el sueño para que no llegue.

Tras malas noticias, siempre se queda la desazón de la incerteza. Un paso en falso que me hace dudar de todo... son las 4.12 de la mañana... a quién he de acudir para que me ayude.

No hay nadie que me salve. Nadie que pueda acabar con mis maquinarias mentales. Que limite mi capacidad de deducir, de desentrañar cuanto me rodea. Nadie que desinhiba mi capacidad de comprender. Nadie que arroje luz a lo que me pasa. Ni, por Dios santo, nadie que pare los zumbidos de mosquitos, que acaban con mis pocas ganas de dormir.

No sé conjurar los sueños cuando lo necesito. No sé dormir, si he tenido un mal día. Y lo que más duele es la soledad. Nadie con quien compartir estas horas muertas. Horas que nunca volverán y que ya no serán mías, aunque las pase solo, sólo.

Ni una vaga ayuda por ninguna parte. No hay buenas personas despiertas a estas horas...

martes, 22 de junio de 2010

Un día cualquiera

Sucumbo de nuevo

al tedio malsano

que me hace preguntarme

quién soy y qué quiero.


Porque aguanto estoicamente

un presente que no deseo,

que me hace dudar de mí mismo,

de mi pasado y mi presente.


Ebrio de esos sentimientos

que me atacan solamente

cuando estoy sobrio.

Me paro y pienso.

Inerte, inerme,

mientras pasan los años…


Sigo mi rutina, ausente,

como guiado por un lazarillo ciego,

una especie de suerte tuerta,

que por mor del destino

siempre elige el mal camino.


Una estrella perdida,

que brilla y se apaga,

como las demás,

pero tan a menudo

que no existe…


A veces pienso

que no tengo destino,

ni dirección, ni sentido.

Que mis pasos son ciegos,

perdidos irremediablemente,

en un mar donde todos nadan,

donde todos huyen a ningún lugar,

pero no se preocupan,

y yo, mientras tanto,

miro una brújula errónea…


A veces siento

como muero poco a poco,

de cansancio,

de aburrimiento,

de inanición mental…


Es difícil ser un autómata

si no haces más que buscar

una salida de ti mismo.


A veces sucumbo al tedio malsano

que me hace preguntarme

qué soy

y qué quiero…

jueves, 17 de junio de 2010

Pulcritud

Odio los exámenes. No hay más que decir.

Me dejan solo en casa, como el dragón que guarda un gran tesoro. Tirado en mi cueva. Pensando, pensando. Expulsando el fuego de mi interior en cada suspiro, porque dentro me abrasa. Así me encuentro.

Desnudo de puertas a dentro. Evitando el momento de ponerme a estudiar. Hago cualquier cosa para evitar dicho instante. Incluso me ha dado por darle un repaso al piso. Un gran repaso. Parece mentira que una casa pueda ensuciarse tanto en cuatro años. Y no vayais a pensar ahora que somos unos guarros y no limpiamos. Lo que pasa es que odiamos las limpiezas a fondo y, hoy, muy señores míos, ha comenzado la gran batida. Vamos que he limpiado hasta debajo del aparador de 3x2 del salón (una batalla épica que merece otra entrada).

La cosa es que limpiando... me he dado cuenta de que seguramente, esta etapa se acabe. Uno de mis compañeros de piso se va, y puede que no alquilemos de nuevo este piso. Este piso que ha descubierto muchas cosas, que ha generado buenos momentos y momentos no tan buenos. Ha albergado cenas, fiestas, cócteles, despedidas, bienvenidas... ha recibido a gente extraordinaria, a gente que no sabía que hacía aquí, a gente que no sabía salir de este lugar.

Este piso de estudiantes ha sido mi casa... no, ha sido mi hogar durante 4 años. Y mis compañeros de piso... mi pequeña familia. Hemos sido como una panda de primos bien avenidos que ha sabido convivir a la perfección. Habremos tenido nuestros más y nuestros menos, pero nunca nos olvidaremos....

martes, 15 de junio de 2010

Búscame

La fortuna de nuevo hace que encuentre un pequeño tesoro en internet. Me asombra como sus manos entretejen todos los hilos del destino, regalándome muy gratas sorpresas. Desde hace dos días no puedo enfadarme con la vida. Al menos de momento. Qué he encontrado, os preguntaréis. Pues esto, os responderé. Si no lo escuchais.. subid el volumen leñe.



Es un poema recitado por la maravillosa voz de... ¿de quién? ¿Cómo no sé el nombre de semejante artista? Bromas aparte, (nota mental preguntar el nombre) podemos escuchar y observar los sentimientos plasmados por Alsurgadeira. Unos bellos sentimientos en forma de poemas, bajo la voz de una rapsoda que, sinceramente, me ha tocado la fibra.

(Os dejo un link con su página de youtube http://www.youtube.com/user/alsurgadeira)

martes, 8 de junio de 2010

Reir más con menos... es imposible

Época de exámenes... estrés asfixiante... me meto en webct y ¿qué aparece? Un vídeo con una canción... el señor trololo se hace llamar...



Señor trololo..... yo lo llamo artista!!!

martes, 1 de junio de 2010

Tanto tiempo

Y aquel ciprés, enhiesto surtidor de sombra y sueño que decía Gerardo Diego, me reta con tal desventura, que ya he perdido.

Vuelve Cronos inapelable a divertirse a mi costa, jugando con la memoria y volviendome loco. Cruel destino, mezquino, malvado, pero tan juguetón como un niño. Me persigue y me entretiene, maldito tiempo inasible, como los granos de un desierto, que me azotan y flagelan... y cuando lloro me reconfortan... maldito tiempo desganado...

Apatía de sentir, de vivir, de crecer... pero no, es la desgana primaveral, la pereza pre-estival, conocedora de los exámenes, esas pruebas que llegan con fuerza... una fuerza que no poseo ni me mueve.

La vagueza... a esa si la conozco... incluso bíblicamente. Perder el tiempo es lo que quiero, eso y nada más. Pensar en el verano, en el mes que entra... Unas vacaciones merecidas, tras el agotamiento mental y físico.... unas vacaciones que vienen cargadas de sueños... como aquel ciprés...

jueves, 27 de mayo de 2010

Segundo a segundo

Segundo a segundo


Despierto de nuevo,

en la inmensidad de una noche eterna,

esperando un milagro,

una magia que nunca llega.


Con la impotencia surcando

mi cuerpo cubierto de lágrimas,

aguardando una respuesta que no llega.


Sin rastros de victoria,

la guerra se cobra en fuego y llamas,

todas mis deudas atrasadas.

Viviendo un sueño,

el peor sueño de todos.


El tiempo me devora,

segundo a segundo,

mientras permanezco inmutable,

yaciendo en la cama de pinchos,

como un rajá faquir,

respirando azufre,

sin hacer nada por mi imperio.


Atado de pies y manos,

viendo como la vida se me escapa,

fingiendo una tranquilidad exasperarte,

que me saca de quicio.


Requerido en todas partes.

Titán de obsidiana, anclado al pasado,

pero viendo como el futuro

toma el camino equivocado.


Sin fuerzas,

cansado en la humillación,

esperando el milagro que pueda salvarme,

viendo como los ángeles pasan de largo.


Ninguna mano que me ayude.

Con las alas derretidas del calor.

Nadie puede escuchar mis gritos…


Con el tiempo devorándome,

segundo a segundo,

perdiendo la vida,

minuto a minuto,

solitario en llamas,

día a día…

martes, 18 de mayo de 2010

Mil y un paraguas

Pues sí!! Existen mil y un paraguas... quien lo iba a pensar... nada más que hay que navegar por youtube y te encontrarás un montonazo.. que que digo?? Aaaaah sí!! que me refiero a versiones
de Umbrella!!! Esa cancioncica de Rihanna, que si hombre.. que seguro que sabes cual es...



Todavía no?? Es que te he puesto el remix... ahora sí



La cosa es que las verisiones nacen como hongos.. vamos que parecen los contenedores de plásticos que salieron en mi pueblo dos días antes de las elecciones... si no, un ejemplo claro... esta versión de unos rockerillos... All time Low se llaman



Después hay algunas más clásicas... no sé .. rockeras también pero con más estilo... como lo petan Manic Street Preachers



Bueno.. estareís ya hasta los huevos de tanto paraguas.. pero la cosa sigue... esto es una versión de Mandy Moore, más lentita.. pero con una voz preciosa...



Aunque ya sabeis.. yo soy más de Rock.... y aquí está la particular versión modernilla de Mcfly



Y para ir cerrando boca.. la particular versión de Vanilla Sky.. un grupo italiano.. que más que bueno es gamberro... sólo hay que ver el videoclip que se han currado sin desperdicio



Y por último.. la versión que ha motivado la entrada... sí, la de The Baseballs.. ese grupo que se dedica a tunear canciones de ahora para que suenen como si fueran de los años 50 - 60...



Pues nada... disfrutad.. y escoged la versión que más os guste!!!

jueves, 13 de mayo de 2010

La luna de Saturno...

Otra especies de parecidos razonables.
Buscando información sobre las diferentes lunas de Saturno, he encontrado algunas imágenes que me han dejado anonadado. Sólo una mirada y reconocí algo que me asustó mucho.. sólo hay que verlo...

Pero claro.. uno navega y navega... y entre tanto navegador y páginas... pues encuentra al primo de su navegador...


El mundo exterior es impresionante....

martes, 11 de mayo de 2010

Alguien como tú...

Sí, lo sé ... tiro de lo fácil y pongo una poesía... pero ¿qué más da? ¿No es mío el blog?

Alguien como tú

No podré negarlo.
Quiero una como tú.
Mía y de nadie más.

Aunque tenga que inventarte.
Porqué sé que eres cierta,
pero nunca mía.
Siempre de los demás.
Y ruego porque llegue mi hora.

Mi hora de encontrarte.
Incierta.
Siempre escabulléndote.
Mostrándote a medias.
Como un verano
que no termina de florecer,
haciendo que el invierno
me atrape,
como un guerrero
en tierras marchitas.

Mía y de nadie más.
Porque me he cansado
de ver como todos vencen
en una guerra
en la que no he sido reclutado.

Porque no puedo aguantar más
esta agonía.

Exonerándome a mí mismo
de tener alguien como tú.
Porque no me veo capaz.

Tejiendo mi propia telaraña,
donde me pierdo,
solo,
rogando por encontrarte.

Allí donde nadie me busca,
sumido en mi interior,
rezando,
por algo que creo,
pero que no acierto a conocer…

Porque quiero una como tú,
pero propia…
aunque no pueda poseerte…

30/1/10 3:11

miércoles, 5 de mayo de 2010

Ruido


Lo odio. Lo odio sin más. Esas dos palabras, grandes abrigos para gente pequeña. Pero es la verdad. Lo odio con toda mi alma.

No consigo aceptarlo... seré que soy una persona... digamos de esas especiales. Extremófilas (palabra que hoy cobra para mí un gran sentido). Mi extremo es el silencio. Vivir en silencio me produce una sensación tan plancentera, que sólo es comparada con la melancolía que me recorre cuando escucho un violín o pienso en la niebla de Londres...

Sentirme inundado por esa atra bilis... es una libertad enorme... una sensación maravillosa.

Silencio para poder escuchar mis propios pensamientos. Para sentir como mi corazón late. Para oír lo que me dice. Sin embargo, todo es ruido a mi alrededor... sólo ruido, música a todo volumen, palabrería sinsentido, la televisión, la radio, los coches, las motos, los gritos, las ambulancias... ruido desagradable... la sinfonía maldita de la ciudad endiablada....

Sólo quiero escuchar nada... como mucho.... como mucho el piar de los pájaros... algo que someta mi caos mental a una paz... en la que zozobre todo... y que poco a poco, gramo a gramo... todo se coloque en su sitio... con tranquilidad... sin hacer ruido...

martes, 4 de mayo de 2010

Primavera

Vuelve el buen tiempo, y con él, mis pocas ganas....

Ahora que el sol brilla radiante fuera... como poder permitir estar encadenado en esa cárcel, esa gruta oscura, con las mismas figuras bailando al son del crepitar de la hoguera.

Sólo veo sombras... sombras que se repiten, presas del tiempo....

Un tiempo maligno. Cíclico. Ciclotímico. Hipercíclico. Dicotómico. Todo sigue el mismo camino, se bifurca, para despistar. Pero vuelve al mismo punto. Una esfera perfecta.

El estío... el hastío... Enterrado en una maraña de palabras que no tiene sentido. Un libro nunca escrito, pero que me tiene subyugado.
El buen tiempo... ¿buen tiempo para quién? Mal tiempo. Estrés. Incertidumbre. Agonía melancílica de cuando no tenía preocupaciones...

Y se repite día a día, hora a hora, minuto a minuto... segundo... a segundo.... Tiovivio imperecedero con las mismas sombras bailando alrededor del fuego... ese fuego frío de la indiferencia...

(Foto: Ante el fuego. Autor Marcelo Aurelio. Web. www.arte-redes.com/nocturama/)

domingo, 25 de abril de 2010

El último cigarrillo

No estaba preparado. Eso era lo único que sabía. No estaba preparado. No. No, no, no y no. No al menos ese día. Era imposible que sucediera. Sin embargo…

Cogió sus cosas y salió de casa. Rápidamente, vio como un gran cíclope le observaba. Intenso, le abrasaba la piel. Tuvo que aguantar su mirada hasta que desapareció en un callejón. Una suave bruma se levantaba en las alcantarillas. Podía escuchar como el humo ascendía, cantando. Le embelesaba. Era como el son de las sirenas, igual de mortífero, igual de bello. Siguió andando. Cruzó una calle, y dos y cuatro más. Corría. Poco a poco iba acelerando su paso. No estaba listo y lo sabía. Pero allí iba, corriendo, a enfrentarse a todos sus temores.


Su corazón le precedía. El sudor se expandía por su cuerpo, como un amargo vino gris, virulento, que le enfermaba desde fuera. Pero no podía pararse. No al menos ahora. Siguió corriendo. Ya estaba cerca. El viento le despeinaba la sonrisa. Una línea tenue, que brillaba por debajo de sus toscos ojos, del color del cielo, pero tan verdes como los mismos ojos de la Madre Naturaleza. Continuó. Se despeinó el hollín de su testa al doblar en una esquina. Estaba nervioso. Sus dedos se hundían en el carbón de su frente, en su pelo de ónice.

De repente, el mundo se paró. Sólo él seguía moviéndose. El tiempo se detenía mientras el continuaba corriendo. Con sus ojos ansiosos de águila, con su ávido oído de lobo. Buscaba algo, pero no sabía qué. Era algo extraño, pero más suyo que nada. Siguió tejiendo su tela de araña. Marchó de un lado a otro. Corriendo, saltando, volando. Esquivando flechas de ojos desconocidos. Cazando liebres con los suyos. Se acercaba el momento, y cuanto más se movía más seguro estaba de que no sería capaz de hacerlo. Era incapaz. Simplemente no podía. Resultaba tan fácil… Pero no. En ese momento no. Cualquier otro día menos ese.

Palpitaron los miedos por su cuerpo. Se despertó en él la cólera y el odio. La ternura y el cariño. Todo lo que hace tanto tiempo guardó. Todas las nubes de verano, las flores de invierno, las raíces de otoño y las bellotas de primavera… Todo se elevaba de nuevo, como un maldito obelisco, negro, baldío. Traía tantos recuerdos. Se olió las manos. Ahí permanecían esos recuerdos. En sus manos. Con ese olor, antiguo, ancestral y tan fresco como si siempre hubiera estado ahí. De nuevo el fuego. El tiempo consumido. La tranquilidad alquilada. Ese olor…

Todas las estrellas le llamaban. Debía continuar. Aunque no quisiera. Ya era tarde, había llegado demasiado lejos. Se frenó. A pensar. Su mente le abandonó. Y voló por páramos y desiertos nevados. Por selvas y sabanas llenas de cebras y jirafas. Por montes y valles. Por el fondo de los mares y sobre el firmamento. Hasta sus huesos y en el último beso que latía en sus labios. Pensó. Tantas, tantas cosas que aún tenía que decir. Tantas noches a luz de la Luna. Tanta lluvia por beber. Tantas canciones en la memoria. Tantas vidas que vivir…

¿Qué haría ahora? ¿Qué no hacer? Ahora tenía una nueva vida por delante. Pero debía sacrificar tantas cosas. Moría. No podía pensar en otra cosa salvo en eso. Moría. Desde ese mismo momento. El sí mismo que conocía se terminaba. Renacía convertido en otro. Un desconocido. Un extraño llevando su pijama. Delante de su propio espejo, con su propia cara, con su propia vida. No quería pero lo deseaba más que nada. Era necesario, pero era lo que acabaría con él. Encendió su último cigarro. De nuevo ese olor… Sabía que no estaba preparado.

Necesitaría toda su fuerza y su atención. Absorbería toda su vida. De nuevo. Repetiría aquello que tanto daño le hizo en el pasado. Moriría de nuevo. Repetía su condena, más fresca y mortífera que nunca.

Dejó la bolsa en el suelo. Llena de colores. Con todos sus anhelos y deseos. Tantas cosa nuevas. Tantas maravillas que se perdían. La feminidad, la caoba bañada en oro. Los cigarrillos. Esa primera calada, con el humo naciendo en su interior, creando tanto portento en su mente. Ese sosiego que se despediría para siempre. Otra vez. Perdería lo que ganó. Y, ¿a cambio de qué? Sólo nuevos colores. Ruido. Sueño. Hambre. ¿Alegría? ¿Orgullo? … ¿Felicidad? Sólo nuevos colores…

Una libélula le distrajo de sus pensamientos. Miró su rostro que le observaba fijamente. Se perdió en sus ojos. Grandes. Como dos soles negros. Eternos como el universo, pero más extensos. Subió por su torso. Fuerte. Con alas de fino cristal. Iridáceas. Que batían el dolor y la melancolía. Y se fijó en su cuerpo. Alargado. Y lleno de tantos colores. Amarillo como el humor. Dorado como la amistad. Naranja como el deseo. Rojo como el amor. Rosa como la candidez. Violeta como la madurez. Azul como el destino. Verde de esperanza. Marrón de senectud. Gris de sabiduría. Negro y blanco, de vida….

Sí, nuevos colores. Claro, alegría, que más podía esperar. ¿No era eso lo que siempre había deseado? Por fin tenía su estrella. Su pequeño arco iris. Nuevos colores para alegrar una vida marrón y gris. Ruido, para despertar todos sus instintos. Sueño, hambre. Hambre de esperanza. Nuevos sueños que perdió en aquel aciago día.

Podría. Claro que podría. Ese olor… ese olor, se lo había dicho. El último cigarrillo. Claro. El último. Si no, los colores se perderían, volvería a teñirse y desaparecer. Porque eso era lo que quería. Más colores. Una sirena. Un jazmín. Nuevos colores y pintar. Pintar para siempre. Más besos, más ruido. Podría. No estaba preparado, pero podría.

Llegó a la colilla. Se despidió para siempre de aquel compañero infatigable. Saludó a la menta y al eucalipto, y mientras pensaba, el sol dobló una esquina.

Podría, si que podría. Sonrió a la vida. Abrazó a su hija. Le dio lo que tenía en su bolsa. Una muñeca disfrazada de payaso. Aquellos colores…

Tomó a la niña de la mano, y se dirigió de nuevo a su casa. Destejiendo la tela de araña. Cambiando sus ojos azules como el hielo, por una flor que abrazaba de nuevo a su pequeña. Reían y cantaban.

Podría. Claro que podría.

lunes, 12 de abril de 2010

Sólo polvo en el viento

Y ya lo dijo Kansas "Just dust in the wind". No somos nada. Nadie es nada. ¿Un famoso? Nada. ¿Un político? Nada. ¿Un inventor? Nada. ¿Yo? Menos que nada.

Insignificantes para con el resto del mundo. Qué somos en comparación con la vastedad del océano. Nada. Alguno se me tirará al cuello. Dirá que somos la cumbre de la evolución. Que hemos nacido para dominar sobre el resto de criaturas. Que estamos aquí para enseñorearnos de la Tierra. No le falta razón en su postura antropocéntrica. La verdad es que nuestro ser podría definirse como un ente pensante que sabe que está pensando. Y eso nos convierte en superiores... y en inferiores.

Esa capacidad refleja la maldad de todos y cada uno. Todos tenemos una dualidad buena-mala. Angelismo-Bestialismo me gusta llamarla a mí. Somos malos por naturaleza. Nos gusta disfrutar. Pero nos duele muchas veces ver como los demás disfrutan. Deseamos el mal. Envidiamos. Criticamos. Hacemos que al gente lo pase mal. Y encima disfrutamos.

La mayoría se preguntará que cuando me he pasado a la canción protesta. Y yo es diré que nunca. Lo que pasa es que a veces leo cosas en los periódicos que no me gustan. El domingo leí una noticia... Una joven de 15 años se había suicidado en EE UU. Sus compañeros la insultaban constantemente. Le llamaban zorra irlandesa. Todo por ser nueva. No pararon hasta que la pobre chica no aguantó más. En el instituto lo sabían. Cómo no saberlo. Sin embargo no hicieron nada por ayudarla. Y ahora... ¿qué hacen? Igual que antes. Nada. Sus compañeros, lejos de arrepentirse, se regocijan. "Lo hemos conseguido" Dijo uno de ellos en una de las redes sociales donde habían expresado la muerte de la joven.

Qué bonito es eso... No contentos con hacerla sufrir, aún se alegran...

Esa maldad es la que me hace sentirme mal por ser humano. Es eso lo que me hace negar la esencia de mi humanidad. No entiendo el juego de la vida. Porque al fin y al cabo, polvo somos... polvo en el viento. Unos granos de polvo que no le interesan a nadie. Su familia rota. Pero aquellos que la llevaron al suicidio están en la gloria.

Motas de polvo que flotan.... alejándose en el viento. Llevándonos a un sitio en el que todos tenemos el mismo papel. Ninguno....

martes, 6 de abril de 2010

Por qué lo llaman amor...

Sí lo sé. Es un típico tópico. Es un tonto tópico típico. Pero tiene tanta razón, que casi nada tiene sentido a su alrededor. Y eso sí que no hay quen me lo discuta.

Porque el amor son reacciones químicas en nuestro cerebro. La culpa la tienen las endorfinas. Esas hormonas mágicas que producen la sensación de amor y el bienestar producido. Bien machote, bien. Siglos y más siglos de romanticismo en la literatura. De odas al amor. De poemas (inverosímiles, pero hermosos) con ese tema. Y resulta que todo al final era un chute de drogas. Aunque por otra parte... vaya alivio...


Porque llegas a una edad que ves que todos se emparejan. Y los que no... mal rollito. Bueno, mal rollito a menos que liguen. Pero si no ligas... eso si que es mal rollito. Aunque eso lo dejaremos para otra entrada, que son demasiados los motivos. La cosa es que ves como todos avanzan en ese aspecto de sus vidas. Y mientras tanto, tú, ahí parado. Como el que oye llover. Tan feliz, sentado ricamente al borde de los acantilados. Sintiendo la brisa acariciar tus pies. Y es la única bonita sensación que tienes. Vamos, lo único que sientes, hablando en plata.

Y claro... luego te preguntas. ¿Y si nunca he sentido ese amor más allá del Filotes (a familiares y amigos)? ¿Dónde está ese Eros que tanto me prometían al abandonar la niñez? ¿Es qué no me funcionan las endorfinas? Por supuesto, sientes algo.... algo nace en tu interior cuando ves a aquella joven, tan guapa, tan esbelta. Aquella que te hace reir y que hace que se te erice el pelo cuando te toca...

El problema suele ser que lo que crece en tí no es amor.... es una erección que está a apunto de hacer estallar tus pantalones... Vamos que la echabas de España a empujones... ¿Por qué lo llaman amor si se refieren a sexo?

martes, 23 de marzo de 2010

Averiado

Puede ser que ahora mismo no sea un buen momento para mí. No lo niego. La verdad es que las cosas no me están saliendo del todo bien. También puede ser que sea verdad, y por eso nada me llena. Pero la cosa es que este extracto de canción me ha tocado. Sencillamente me siento identificado. Es tan fácil como eso...

"In my heart, in my soul, I am out of control
Flying across the mountains and towards the morning sun
Tears evermore, we cry like before
Feel the breakdown of my body

Set me free"

lunes, 22 de marzo de 2010

Cenobismo

A veces... a veces uno sobra. Y no hay nada más que decir. Sobran todas las palabras. Todo termina...

A veces, sólo a veces, no puedes encontrar tu sitio. Y qué hacer en ese momento. Cuando el miedo te acongoja y las respuestas no parecen llegar. Cuando no puedes confiar en nadie, ni en tí mismo, porque también te has fallado...

Simplemente... sabes que sobras... Que nada cambiaría si no estuvieras ahí, justo en ese momento. No eres participe de risas, ni de bromas, ni de conversación... No aportas nada. Lo único que haces es consumir oxígeno (con lo caro que está!).

Todas las palabras, vanas. Todas las miradas, vacías. Todos los acercamientos, valdíos. Simplemente, tu fantasma se ha quedado en tu lugar, y tu alma vuela lejos, donde tu cuerpo no es más que un diente de león, que alza el vuelo en la más mínima brisa... y responde con un suspiro...

A veces uno sobra. Sobra y no hay nada más que decir, porque todo lo que podrías decir, ya es historia...

domingo, 7 de febrero de 2010

La araña

Como una araña que trepa por mi cuerpo y me va atando poco a poco. Me aprisiona, uniendo entre sí todos los puntos cardinales de mi cuerpo. De mano a mano. De pie a pie. De la oreja a la cintura. Una y otra hebra, con la que construye una celda de seda. Que no me asfixia aunque no me deja hacer un movimiento. Hilos que me recorren, como a Gulliver.

Algo tan liviano... pero a la vez tan duro. Ese cansancio. Esa rutina que flota ante mis ojos. Como humo gris de madera que ya ha ardido antes.
Como aquellas estrellas que ya pasaron, mi vida sigue un curso con el mismo sentido. La misma dirección. La misma ruta. Una tras otra las mismas farolas. Todo es igual.

Y esos hilos... Esos hilos que me recorrían antes. Formando un capullo sempiterno. De amarga melancolía. De sabor marrón. Amargo. Intenso.

Seda de araña que me aferra a la vida. Una vida en la que pocos tienen algo que decir. ¿Dónde están los que no deben callarse?... Presos de sus instintos. Atados a sus deseos. Tan lejos. Tan firmes. Cómo la misma incertidumbre que nos acecha cuando no sabemos si está bien o mal.

Y el calor... asfixiante. Agobiante. Entrópico desorden de mis sentidos. Tanto calor, aunque fuera el hielo grite. Culpa de las hebras que me mantienen preso. Un preso libre.

Como una araña en su misma tela...