miércoles, 10 de noviembre de 2010

Presunción de inocencia

Y en el cansancio me relajo,
y soy más yo,
pequeñito,
pero más yo.

Porque estoy cansado ya
de este eterno baile de máscaras,
donde el único disfrazado
parezco ser yo.

Y esos arlequines,
malévolos y mediocres,
que intentan aturdirme,
con sus trucos y sus tretas,
sus cantos y encantos,
y esa enorme copa,
caliz de la amistad irrebosable...

Grandes los impuros
y falsos los trabajadores.

Finiquito mi esquela,
y ahora, si lo desean,
que sean ellos los que pregunten por mí.

"Si me necesitais,
resucitadme,
he muerto"

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