miércoles, 2 de marzo de 2011

Viendo la vida pasar...

Me encontraba una tarde enterrado entre café y humo, sumido en la más hastiante rutina. He de aclarar que todo el mundo tiene alas, aunque no se vean. Todos somos seres alados. Y esa tarde, debatía yo con una linda mariposa.

Me preguntaba por mí, por mi vida. Yo le fui lo más sincero que pude. "Pues nada, viendo la vida pasar". Ella echó sus manos al cielo, clamando por comprensión. Le parecía algo demasiado triste. Y puede que mi definición lo fuera. Sólo espero día a día que este período de tiempo expire. Suspirando a cada hora, mirando un reloj que no para. Desde el amanecer hasta el ocaso. Mi vida se resume en contemplar un reloj de sol, viendo como sus juguetonas sombras hacen que muera el día.

"No puede ser. No puedes vivir sólo viendo como pasa el tiempo". Dijo ella.

A mí no me parece tan mal. Sólo espero mi momento. Me contento asomado en el balcón, viendo como la vida se vive sola, aunque la mía no lo esté haciendo. Me limito a esperar a que ocurra un determinado evento. Un suceso que ni yo mismo sé. Sólo sé que mi vida gira en su espera. Asomado a la ventana. Viendo como pasan las horas. Buscando eternamente unas respuestas que no llegan. Algo que me justifique la espera. Pero no sé ni como ni cuando llegará. Sólo me queda esperar...

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