miércoles, 30 de marzo de 2011

Olvídeseme un momento

No quiero estar para nadie. Quiero hacerme pequeño y desaparecer. Que nadie me encuentre jamás, porque no quiero ser preguntado por nada.

Por una vez me gustaría que la gente no se metiera en mis asuntos. No quiero ser cuestionado. No tengo que darle explicaciones a nadie.
Quiero seguir caminando, sólo, resuelto, nada más, solo, para proseguir con mi vida, con mis decisiones y mi destino. Y si me equivoco, que solamente sea culpa mía.

Que nadie más pregunte, interpele, cuestione, interrogue, demande, consulte, dude, curiosee. Que no quieran saber más allá de lo que yo le diga.

Una cosa es que se preocupen por mí, y otra es que no me dejen vivir. Tengo mis motivos para hacer todas las cosas que normalmente hago, motivos para hacer lo que nunca hago y motivos para dejar de hacer lo que se supone que hago siempre.

Por ahora sólo pido una simple invisibilidad. Que todos se olviden de mi nombre y mi cara, que me dejen respirar y vivir. Que no quieran saber nada de Ricardo, pues es el único y verdadero yo.

3 comentarios: