lunes, 4 de abril de 2011

¿No quieres iluminar mi vida?

Te espero y te miro. altivo e inseguro, en la seguridad que me otorga la lejanía. No es la primera ni la última vez que intentas acercarte a mí, yo me dejo, y tú te marchas dejando clavado un puñal en forma de rosa en el centro de mi corazón.

Y ahora comienzas de nuevo el juego. Aprovechando que me encuentro débil, perdido, dudando de todo cuanto me rodea. Sin saber si esperar que algo bueno o malo me pase. Cansado de la vida, viéndola pasar. Dejando que cada minuto una gota de frío tiempo resbale sobre mis mejillas. Ansiando la compañía que tú podrías ofrecerme. Tú o cualquier otra. Lo que importa es no esperar tanto tiempo en la más fría y dura soledad, eterna compañera que me hace sufrir incontables desdichas, y a la vez me hace el más feliz de los hombres.

Pero tú, ¿no querrías tú iluminar mi vida? Acompañándome en este camino que se dibuja en la profunda noche, y que me reta con los ojos encendidos.

¿No querrías tú iluminar mi vida? Impedir que las tinieblas que pueblan mi corazón, me desbordaran, bañando en su frío encanto todo cuanto me rodea, ennegreciendo mis entrañas.

Tienes el poder para no abandonarme a la soledad. Tan solo a cambio de unos besos furtivos con los que se podría completar el fuego necesario. Sólo necesito tu parte ¿No querrías tú?

No hay comentarios:

Publicar un comentario