miércoles, 21 de noviembre de 2012

Vendaval

Sé que te quedan muchos caminos por seguir, muchas historias que contar. Pero ten cuidado, el destino jugará y es posible que no puedas ganarle...

Hoy hace demasiado viento, y no eres más que una pluma arrastrada por las corrientes inalterables de este vendaval. Corrientes que no hacen más que borrar cada una de las ideas, cada uno de los pasos marcados. Cada huella dejada en mitad del desierto. Torbellinos que devoran las palabras, que maldicen, que consumen...

Y yo, otra mota más de polvo, otro fragmento de vida, de ceniza, sumida en esta desesperación. Sintiéndome absurdo, ilógico, insensato, intentando volar hacia delante, en contra de esas corrientes que me empujan cada vez más atrás, alejándome de ti. Al fin y al cabo, bailamos bajo un son diferente...

Te empeñas en seguir tu camino, sin ver que el viento te arrastra. Obstinación o capricho, la galerna te deja avanzar por momentos. Pero lo mismo que este tifón te ofrece, en maravilloso presente, te arrebata en doloroso llanto. Y aún sabiendo que no debería, intento expandir mis tenues alas de lobo, y cubrirte ante la tempestad. Aceptando tristemente que te marchas, aunque se dibuje una sonrisa cuando el vendaval te arrastra junto a mi.

El destino jugará. Y truncará mis alas, que nunca más podrán resguardarte. Y entonces todo estará perdido. Para mi no, porque ya no tengo nada. Pero tú, tan solo alza el vuelo. Sigue al viento que lleva tu nombre, no al céfiro que no conociste...

Pluma sesgada de las alas de Ícaro. Ceniza arrancada de su piel al ser abrasada por el Sol. Danzando en las corrientes de aire. Alas de lobo marchito. Viento que lleva tu nombre tallado a fuego. Perdidos en el vendaval. Sometidos a lo que quiera el destino...


No hay comentarios:

Publicar un comentario