Pero gracias a ellos (o por su culpa, según se mire) llevo dos semanas intentando comprender qué es lo que funciona en mi cabeza, qué siento y que deseo. Y, aunque todavía no lo he encontrado de lo que si puedo estar seguro es de lo que no siento y lo que no deseo.
Esos malditos silencios, que no se pueden llenar con palabras porque

Y qué hacer ahora que nuestros caminos se bifurcan. Qué no hacer. Pero lo más importante, cómo puede ser que en lugar de querer guardar todos nuestros recuerdos lo que más me apetezca sea enterrarlos como si de una nao vikinga se tratara. Como evitar acercar la cerilla que prenderá lo poco que queda de nuestros corazones, quizás en un vago intento de inflamarlos, quizás sólo para terminar con la oscuridad de esos malditos silencios...
El silencio es la primera piedra del templo de la filosofía o eso he escuchado
ResponderEliminarRedefiniendo el silencio, reutilize tu foto si, te invito a que veas como cambia el contexto es interesante.
ResponderEliminarhttp://www.opinaya.com/profiles/blogs/la-respuesta-silenciosa?xg_source=activity